Que voten los Zetas

Históricamente, los jóvenes han estado subrepresentados en las elecciones estadounidenses, dice Melissa Padrón, estudiante de FIU y a la vez pasante de la organización del Florida Public Interest Research Group (PIRG). 

“Esto sucede porque no acudimos a votar, o no mostramos que realmente nos importa y que somos activos en la discusión política. Los millennials y la generación Z no votan con tanta frecuencia como deberían. Si no logras que se escuche tu voz, no obtendrás representación.”

Padrón explica que, muchas veces, las personas no entienden que cuando se vota por un presidente, también se vota por jueces, se vota por representantes locales, o se juzgan enmiendas a la Constitución. Para ella “va mucho más allá de solo el presidente”.

Para Padrón también es crítico, a unos cuantos días de las elecciones, que como organización se puedan asegurar que cada votante esté registrado y que también cada uno tenga un plan para votar de manera segura este noviembre.

El PIRG, también conocido como Student PIRG, ha estado trabajando desde principios de año para garantizar que las voces de jóvenes estudiantes en el país se escuchen a través del derecho al voto.

La organización sin fines de lucro tiene como misión “moldear el futuro que heredaremos,” al trabajar con personal profesional en colegios y universidades para asegurar que existan las oportunidades y la capacitación que se necesita para “crear un futuro mejor y más sostenible para todos nosotros”, dice la organización en su sitio web.

Desde 1984, el PIRG diseñó un programa llamado New Voters Project”, exclusivamente para elecciones presidenciales. En el mismo se realiza un esfuerzo de educación y alcance no partidista diseñado para amplificar las voces de la juventud, especialmente de los estudiantes.

Esta organización sin fines de lucro ha trabajo durante más de 40 años en ayudar a los estudiantes a organizarse, movilizarse, y energizarse para así poder seguir estando a la “vanguardia del cambio positivo”, como señalan en su página web.

Uno de cada diez votantes elegibles en el electorado del 2020 será parte de una nueva generación de estadounidenses: la generación Z. Los elegibles para votar, en cuanto a edad de esta generación, son aproximadamente 24 millones de ciudadanos. Por esta razón, para Padrón es de suma importancia que este activismo político funcione, para lograr responder a las necesidades de estas 24 millones de personas.

A diferencia de las elecciones pasadas y a lo largo de la historia de los Estados Unidos, los votantes elegibles que tienen entre 18 y 23 años (la generación Z), son el grupo más diverso racial y étnicamente comparado con el resto de las generaciones.

Según un análisis del Pew Research Center, basado en datos de la Oficina del Censo, un notable 22% de aquellos elegibles para votar de la generación Z, son hispanos, el 14% de la raza negra, el 5% asiáticos, y otro 5% son de otra raza o multirracial.

Los esfuerzos realizados por el “New Voters Project” varían, dice Padrón. Utilizan distintas formas de contacto. Modifican los esfuerzos y las comunicaciones para lograr que los estudiantes voten.

Entre los esfuerzos está realizar llamadas telefónicas, enviar correos electrónicos, comunicarse con distintos estudiantes en distintos estados, y el equipo también se asegura de que los estudiantes tengan un plan para el voto. También trabajan realizando anuncios en aulas de clases, y básicamente enfocarse en conversaciones sobre el poder del voto.

Con respecto al COVID-19, Padrón cuenta que sus esfuerzos han tenido tanto efectos positivos como negativos. La pasante de PIRG dice que esta circunstancia ha inhibido la capacidad de su equipo para tener “una conexión física y emocional” con las personas.

“Lo que normalmente hubiéramos hecho es ir a salones de clases y compartir folletos e incentivar al voto, pero queda a responsabilidad de cada quien cumplir. Ahora todos tienen algún momento del día para abrir un link y hacerlo de una vez. Desde nuestras casas, siempre se tiene acceso a algún dispositivo para hacerlo”.

Por último, Padrón cuenta que su gran motivación para buscar el voto de estudiantes se basa en que todo aquel que pueda, debe ejercer su voz. Padrón, quien es de origen cubano, todavía no tiene el estatus para ejercer el derecho al voto, y por esta razón le parece de gran importancia que otros puedan ejercer sus derechos por ella.

“Entonces eso fue lo que me motivó. El hecho de que yo todavía no tengo voz, pero por lo menos puedo lograr incentivar a que otros que sí pueden, ejerzan su voz y su poder al voto”.

Nacida en Caracas, Venezuela, emigré a los Estados Unidos a terminar mis  estudios de periodismo y “nuevos medios y comercio” en la Universidad de  Fordham, en Nueva York. Me encantaría desarrollarme en la televisión  hispana ya que al trabajar en la industria con ambas culturas, la americana y  la latinoamericana, me di cuenta que sin duda anhelo trabajar en relación a  mis raíces.