El Amazonas desaparece bajo la administración Bolsonaro

El domingo hay elecciones presidenciales en Brasil y, podemos decir con certeza, el futuro de la selva Amazónica está en juego.

En un artículo anterior hablamos de las similitudes entre la retórica de Donald Trump y la del actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. La tesis de Anthony Pereira, el flamante director del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Kimberly Green y a quien entrevistamos recientemente, es que ambos representan peligros para sus respectivas democracias, recuperen o no la presidencia.

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Hay otras similitudes entre el comportamiento político de Bolsonaro y Trump, incluidas sus políticas de protección del medio ambiente.

En una aparente compensación entre el desarrollo económico y la protección ambiental, Bolsonaro ha flexibilizado algunas regulaciones ambientales en la Amazonia, similar a lo que hizo Trump en Estados Unidos con la industria del carbón. Durante la administración de Bolsonaro, la deforestación del Amazonia ha aumentado.

Si Luis Ignacio “Lula” da Silva resulta elegido el domingo, las políticas ambientalistas podrían cambiar en Brasil, según el periódico británico The Financial Times.

Lula “…disfruta de una mejor reputación entre muchos inversores occidentales, que se preocuparon por la retórica a veces autoritaria de Bolsonaro y su flagrante desprecio por el medio ambiente” (traducido del inglés).

Lula ya cumplió un mandato como presidente de 2003 a 2011. Durante su presidencia, la deforestación se detuvo significativamente pero se aceleró con Bolsonaro.

El Dr. Pereira nos dijo recientemente que la deforestación comenzó a aumentar alrededor de 2012, antes de que Bolsonaro fuera elegido, pero que se ha acelerado bajo su gobierno.

Zona de deforestación en la Amazonia brasileña del 2000 al 2021 (en 1000 kilómetros cuadrados por año)

El profesor Pereira también dijo que el gobierno de Bolsonaro “suena como si quisiera aumentar la deforestación” a diferencia de un gobierno que intenta disminuir la deforestación, pero de todos modos aumenta debido a una variedad de condiciones.

“Ataca a los ambientalistas. Afirma –sin pruebas– que las organizaciones no gubernamentales están incendiando la Amazonía y desconfía de los datos satelitales del INPE”, dijo Pereira.

Además, el profesor cree que la visión del mundo de Bolsonaro está estancada en 1978, cuando se graduó de la academia militar de Brasil.

Según este punto de vista, existe un juego de suma cero entre la protección del medio ambiente y el desarrollo económico; es decir, no se puede desarrollar la economía sin destruir el medio ambiente.

Según Pereira, es difícil saber si la deforestación de Brasil afectará el cambio climático.

“Realmente no sabemos dónde está el punto de inflexión: qué porcentaje del bosque debe perderse antes de que los patrones de lluvia cambien drásticamente y todo el bosque comience a morir. Probablemente sea mejor asumir que el ecosistema de la selva amazónica se puede salvar hasta que encontremos evidencia irrefutable de que se ha perdido”.

Ed Kennedy tiene una licenciatura en economía de la Universidad de Nueva Orleans. Obtuvo una MBA de FIU en 2008 y una Maestría en Estudios de América Latina y el Caribe de FIU en 2019. En 2018, Kennedy se retiró de una carrera en seguro comercial y ahora trabaja para Miami-Dade College como tutor de escritura en inglés. También está estudiando para una maestría en Periodismo en Lengua Española en FIU.