Crisis de desamparados en Miami-Dade: ¿Qué se está haciendo al respecto?

La crisis de desamparados en los Estados Unidos ha empeorado y el Condado Miami-Dade no está exento del problema. 

Para agregar a la ya preocupante situación de las personas sin hogar, la pandemia de Covid-19 provocó un aumento en los costos de vivienda y un incremento del desempleo, dejando a casi 600,000 estadounidenses sin hogar entre los años 2020 y 2021.  

Según el más reciente reporte de la Clínica de Derechos Humanos de la Escuela de Derecho de la Universidad de Miami, en el condado de Miami-Dade, un recuento de 2018 estimó aproximadamente 3,516 personas sin hogar, 384 de las cuales sufrían de falta de vivienda crónica, lo que lo convierte en el condado con la mayor población de personas sin hogar en el estado de la Florida y con la cuarta población más grande de personas sin hogar crónicas del país. 

El reporte añade que, de las 3,516 personas, aproximadamente el 71% se encontraban albergados, mientras que el 29% permanecía sin albergue.  Cifras alarmantes para un condado que cuenta con alrededor de 2.7 millones de residentes, según el más reciente Censo publicado en 2020.

El pasado mes de octubre de 2021, la oficina de Francis Suarez, alcalde de la ciudad de Miami, informó que la ciudad destinaría $3.1 millón en fondos federales a camas para refugios para personas sin hogar, junto con capacitación laboral y tratamiento de salud mental para personas que viven en la calle, anuncio que contrastó con los recientes esfuerzos del condado para crear nuevas restricciones y ordenanzas que van en contra de las personas sin hogar. 

Los roces entre las municipalidades y entidades sin fines de lucro, que se dedican a albergar y brindar apoyo continuo a desamparados que a su vez se disponen a mantenerse fuera de las calles, no se hicieron esperar.  

Aunque los fondos asignados pueden ser de gran ayuda, los desacuerdos entre organizaciones residen en la nueva ordenanza patrocinada por el comisionado Joe Carollo, misma que prohíbe a desamparados acampar en áreas públicas.  Esta ha provocado un alza en el número de personas en refugios y casas albergue, que no dan abasto.   

La iniciativa Hermanos de la Calle es una de las múltiples fundaciones sin fines de lucro en el condado que ofrece más que un espacio seguro para aquellos que lo necesiten. 

Esta entidad le provee a los desamparados que se le acercan la posibilidad de generar ingresos, animándolos a continuar trabajando y explorando sus habilidades a través de programas de reincorporación a la sociedad. 

En muchos casos, la organización también provee a los desamparados un proceso de rehabilitación, ya que la mayoría llegan siendo adictos a estupefacientes. 

El nicaragüense Carlos Ortiz, vive en una de las casas refugio de Hermanos de la Calle y asegura que la iniciativa fue su única opción tras las recientes prohibiciones implementadas por el gobierno condal.  

“Estar desamparado no es fácil, mi día era siempre buscar donde dormir y que comer. Esto no es fácil y el gobierno no lo hace más fácil”. 

Según lo reportado por la oficina del Condado Miami-Dade, se invertirá un número récord de $137 millones en apoyo para la población de desamparados en los próximos dos años. Fondos que provienen del Plan de Rescate Americano, una inyección de capital aprobada por el Presidente Joe Biden en 2021.  

A pesar de la inversión federal a través del programa Housing First, según la Alianza Nacional para Terminar con la Falta de Vivienda, la escasez de vivienda en general en Estados Unidos solo ha mejorado un 10% en comparación con 2007. 

Entonces, ¿cómo está abordando Miami-Dade la crisis de personas sin hogar? ¿se puede solucionar? 

Se sabe que las personas sin hogar por lo general provienen de las poblaciones más vulnerables del condado.  

En 2020, el 20% de los desamparados sufrían de trastornos mentales severos, mientras que el 16% sufría de abuso crónico de sustancias, esto según el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos.  

En respuesta a esta situación, el condado instituyó el “Enfoque de vivienda lista para desamparados”, donde aquellos que no tienen vivienda tenían requisitos específicos como la sobriedad o la finalización del tratamiento para calificar para un hogar. 

Este enfoque del condado al parecer no ha sido de mucha ayuda. Según algunos expertos, en la mayoría de los casos, tener un refugio es el inicio de la recuperación y estabilidad emocional para muchos desamparados.  

“Las personas con las que trabajamos y yo nos damos cuenta de que realmente insistir en que las personas cambien, lleguen a un punto sano de sobriedad, tomen medicamentos, recuperen su vida para poder ganar o recibir una vivienda, no está funcionando. Cuando analizamos más a fondo nos percatamos que no pueden mantenerse sobrios, no están interesados en la medicación, pero si están interesados en estar en un lugar seguro y protegido”, expresó Malena Legarra, directora de la fundación Hermanos de la Calle. 

Según Legarra, la iniciativa Hermanos de la Calle sigue dos principios. Primero, la solución más efectiva para la falta de vivienda es la vivienda permanente. Y segundo, todas las viviendas para personas desamparadas deben proporcionarse de inmediato, sin condiciones previas. 

“Poner primero a las personas en la vivienda es fundamental, luego ellos mismos nos piden ayuda en otras áreas. Uno de los problemas que enfrentamos cuando los fondos provienen del condado y oficinas gubernamentales estatales y no de donantes privados, es que nos vemos obligados a exigir a las personas que recibimos a someterse a tratamiento primero, cuando la realidad es que estas personas necesitan primero una vivienda digna y luego quieren el tratamiento.  Es complicado, pero así funciona esto”, explicó Malena. 

Durante cinco años la organización Hermanos de la Calle ha ayudado a muchas personas sin hogar a reconstruir sus vidas, y Carlos Ortiz, entre muchos otros, es un ejemplo de un sistema de primero vivienda y luego rehabilitación que parece funcionar. 

Carlos se mudó a su vivienda de apoyo en 2021, después de permanecer sin vivienda durante cuatro años. 

“Todo comenzó en 2017 cuando perdí a mi madre por cáncer de pulmón y no tuve un sistema de apoyo sólido que me ayudara durante todo el proceso. Mi familia vendió la casa familiar y yo no tenía adónde ir. Así comenzó mi desgracia. El albergue para mí fue muy duro, fue un choque cultural. Fue muy difícil ajustarme al estilo de vida y el medio ambiente. Finalmente me conecté con Asuntos de Veteranos y una trabajadora social. Ellos me conectaron con Hermanos de la Calle. Esa conexión le dio un giro de 190 grados a mi vida. Estoy en una casa, estoy trabajando y estoy en la escuela. Si no fuera por el apoyo de los “hermanos de la calle” que me ayudaron a conseguir una vivienda, no estaría donde estoy ahora”, compartió Ortiz con el Caplin News. 

Los resultados percibidos por Carlos se podrían apoyar de un estudio publicado en 2004 por el Diario Americano de Psicología de Comunidad realizado por varios expertos en el asunto. El mismo reveló que una vez las personas se les proporciona una vivienda asequible estable con servicios bajo su control, el 79% permanecía en una casa estable al cabo de seis meses.

Los partidarios de organizaciones como Hermanos de la Calle, como Juan Iribanes, quien colabora con la fundación, argumentan que iniciativas sin fines de lucro como esta son rentables para la comunidad.  

“La gente normalmente no se da cuenta que cuando pasa junto a una persona indigente en la calle, esa persona le está costando a los contribuyentes mucho dinero. Las personas desamparadas se enferman mucho, a veces hay que llevarlas al hospital, roban comida porque no tienen dinero, las arrestan y luego vienen los costos judiciales y la cárcel. Cuando sumas los costos anuales en los que incurre el condado por un desamparado y su vulnerabilidad frente a su circunstancia, resulta que en realidad se invierte a veces de $30,000 a $60,000 por individuo, y la persona sigue en la calle”, dijo Iribanes al Caplin News.

Aunque iniciativas como Hermanos de la Calle también tienen sus críticos, el Consejo de la Florida para Personas Desamparadas publicó su último reporte anual el pasado 30 de junio de 2021. En éste indicó que el programa de gobierno federal Housing First junto a organizaciones que implementan la iniciativa, han reducido el número de personas desamparadas. La entidad también destaca la importancia de la participación de las autoridades locales y la aceptación de las diferentes comunidades en las que se implementa el programa y se invierten los fondos.   

Pero no todo es miel sobre hojuelas. Una encuesta de 2018, realizada por la Academia Nacional de Ciencias de la Ingeniería en Medicina, también concluyó que no hay evidencia publicada que demuestre que la vivienda de apoyo permanente mejoró los resultados de salud o redujo los costos de atención médica en el país, lo que también incluye el sur de la Florida. 

Sin importar quien provea la ayuda a los desamparados, queda en el aire la cuestión de si la necesidad de vivienda realmente triunfa sobre la necesidad de tratamiento. Pero quizás la mayor ventaja para Hermanos de la Calle es la mejora en la calidad de vida que brinda a aquellos que requieren de sus servicios y ayuda.  

“Hermanos de la Calle me brinda un apoyo completo, y si necesito ayuda para obtener cosas como mi identificación o pasaporte, ellos me ayudan con eso. Aquí recibo más ayuda de la que me provee Asuntos de Veteranos, me apoyan en cualquier proceso sin inconvenientes. Yo no logro entender por qué el gobierno pone tantas trabas en el camino a la rehabilitación”, puntualizó Carlos Ortiz.  

El gobierno de Biden sumó la política de Housing First en el Plan de Rescate Americano de 2021, que incluye 70,000 vales de vivienda de emergencia y la asombrosa cantidad de $350 mil millones en fondos de recuperación fiscal estatales y locales, incluyendo el Condado Miami-Dade. 

La política fue reactivada en un esfuerzo por ayudar a las personas desamparadas y la inestabilidad de la vivienda en todo el país. Quienes apoyan a Housing First como Hermanos de la Calle, creen que se necesitan más recursos y apoyo del gobierno para terminar realmente con esta crisis de una vez por todas.

La falta de vivienda y apoyo de rehabilitación en el sur de Florida para las personas desamparadas, en especial en el Condado Miami-Dade y en cualquier otro lugar de los Estados Unidos, es una crisis que puede resolverse siempre que haya suficiente atención, recursos y una estrategia probada para apoyar la causa.

Erick Cuesta is a professional journalist with over 12 years of experience working with national and international television networks such as CNN en Español and Univision Network. Cuesta has dedicated his journalism career to proactively informing the audience on various topics, including social, political, and cultural issues. Currently, Erick is studying for his Master’s Degree at Florida International University, focusing on what he considers his priority, the Hispanic community of South Florida.